Carrot cake: un clásico de la repostería anglosajona

Aunque en general la gastronomía anglosajona no es de las más destacadas a nivel mundial, es cierto que tiene algunos productos destacados como la carrot cake. Podemos definirlo como un pastel de zanahoria y especias que se cubre con un glaseado de queso. Destaca por su textura húmeda y por tener un sabor muy dulce que combina a la perfección con las notas especiadas. Incluso tiene un día propio que la conmemora, el 3 de febrero, el  Carrot Cake National Day.

El origen de la carrot cake tal y como la conocemos hoy se puede situar en una época difícil para los ingleses la Segunda Guerra Mundial, cuando el gobierno inglés se vio obligado a establecer una época de racionamiento de alimentos por el bloqueo impuesto pode las potencias del eje Berlín-Roma-Tokio. Evidentemente esto llevó a que hubiera escasez de muchos productos con lo que los ingleses tuvieron que tirar de imaginación y creatividad para crear platos nuevos.

Uno de los ingredientes que más escaseaban era el azúcar, motivo por el que había que utilizar ingredientes con poder endulzante como la remolacha y la zanahoria. Sin embargo, tampoco fue una creación totalmente novedosa ya que desde la Edad Media ya se hacían elaboraciones como púdines que utilizaban la zanahoria, la calabaza y la remolacha por su poder endulzante. Fueron los norteamericanos los que crearon versiones diferentes de la carrot cake y las dieron a conocer en el mundo entero.

Como en muchos postres clásicos no existe una versión única de la carrot cake, aunque todas suelen llevar: huevos, azúcar, aceite vegetal, zanahorias y especias como la canela, el jengibre y la nuez moscada. Luego en función de las versiones se les pueden añadir otros ingredientes como frutos secos, coco, pasas o frutas

Algunos consejos para hacer una Carrot cake exitosa

Las zanahorias son el ingrediente que le aporta el dulzor característico a la carrot cake y, sin embargo, se considera que si presencia no puede ser demasiado destacada. Lo mejor es rallarlas de manera fina para que se integren bien en la masa. 

Hay una serie de especies que se consideran imprescindibles en la carrot cake como son el jengibre, la canela y la nuez moscada. Eso sí, dado que se trata de especias con mucho sabor hay que encontrar un equilibrio armónico.

En cuanto al glaseado se debe aplicar con el pastel ya frío para que no se derrita y mantenga la textura que lo caracteriza. Se realiza con queso crema, mantequilla y azúcar glas. Esta cobertura es uno de los puntos originales del pastel, pero también es cierto que se puede prescindir de ella y disfrutar simplemente del bizcocho jugoso.

Se trata de una tarta deliciosa y muy nutritiva, perfecta para tomarla tanto a la hora del desayuno como de la merienda con un té o café.

La carrot cake es un pastel que no requiere tener muchos conocimientos de cocina para hacerla, es decir, es de dificultad fácil. Lleva aproximadamente una hora y media de la cual 40 minutos son de elaboración y 50 de cocción. Es una de esas tartas clásicas que sin duda debes probar (y si te gusta la repostería hacer) al menos una vez en la vida.

Gracia

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