Alimentos cotidianos que antes eran un lujo

Hace un par de años, desde el círculo Fortuny en el que se integran las empresas españolas de alta gama se pidió a la RAE que se cambiase la acepción del término lujo. Y es que, en su opinión, las acepciones que aún hoy recoge el diccionario sobre este término son bastante peyorativas: 1, “demasía en el adorno, en la pompa y en el regalo”; 2, “abundancia de cosas no necesarias“, y 3, “todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo“.

Lo que es innegable es que todos tenemos bastante claro el concepto de lujo como una cosa que tiene un coste disfrutar. Sin embargo, los objetos y placeres considerados como lujo cambian también con los tiempos. Así, muchos de los alimentos e ingredientes que hoy consumimos de manera cotidiana antaño eran considerados un lujo, que obviamente no estaba al alcance de todos. Veamos algunos

La sal

Hoy en día, la mayoría de nosotros no concebimos la cocina sin el uso de la sal. De hecho, su consumo excesivo se asocia a muchos de los problemas de salud más apremiantes del s. XXI. En la antigua Roma era un bien tan cotizado que se asimilaba al oro. Era así hasta el punto que a los soldados romanos se les pagaba en sal, de donde viene el término “salario”. En otras regiones del planeta también se utilizaba como unidad de intercambio. Su valor comenzó a descender en los s. XIX y XX gracias a que se encontraron nuevas formas de conservación de los alimentos.

La pimienta

Seguimos con una especia también ampliamente utilizada en el mundo culinario en la actualidad. Fue Alejandro Magno quien la introdujo en Europa después de sus campañas en Oriente. En la Edad Media su alto valor permitía que fuera empleada como moneda de cambio. Incluso se utilizaba para formalizar la dote de las hijas de las familias de clase alta.

El salmón

Es cierto que a día de hoy el salmón no es uno de los pescados más baratos del mercado. Pero sí que ha perdido esa aura de pescado de lujo. A ellos han contribuido mucho los noruegos que han extendido su presencia. Lo cierto es que la mayoría de los salmones que encontramos en las pescaderías durante todo el año se han criado en piscifactorías. De ser el rey de los pescados en las mesas de lujo ha pasado a ser considerado como uno de los pescados más saludables que deben incluirse en cualquier dieta  equilibrada.

El caso de la langosta y el caviar

Caso opuesto ocurre con la langosta y el caviar, hoy en día considerados como alimentos de lujo. En el siglo XIX eran alimentos muy comunes, hasta el punto que el caviar en los EE.UU se ofrecía como aperitivo en los bares por su sabor salado que incitaba a que los clientes consumiesen más. Por su parte, las langostas eran consideradas como “las cucarachas del océano”, solo eran consumidas por las personas sin recursos y generalmente se utilizaban como alimento para cerdos.

Lo que está claro es que, normalmente el lujo tiene que ver con la oferta y la demanda de un determinado producto, y, por supuesto, con las modas.

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