Sardinas, un pescado con muchas propiedades

Las sardinas, a menudo son también denominadas como el pescado de los pobres. Son una excelente fuente de proteínas, calcio y ácidos grasos omega-3.  Se trata de uno de los pescados que más habitualmente se suelen incluir en la dieta mediterránea por entrar dentro de los pescados azules, cuyo consumo es altamente recomendable.

Las sardinas un pescado típico de la época estival

Las sardinas son pequeños peces que viven cerca de las costas de Europa, Asia y África. Se encuentran en el Océano Atlántico y en el Mar Mediterráneo. Pueden llegar a medir hasta 30 cm. y vivir hasta 20 años. Tienen un cuerpo redondo, sin escamas y con dos aletas dorsales cerca de la cola. Hay más de 100 especies de sardinas, pero las más comunes que encontrarás en las tiendas son las sardinas del Mediterráneo y del Pacífico.

Pertenecen a la familia del arenque. El nombre de sardina procede de la isla de Cerdeña, donde se salaba por primera vez para su transporte en barriles. Son uno de los primeros pescados consumidos por el hombre, especialmente en los meses de verano que es cuando se acercan más a las costas. La fiesta de San Juan suele ser la que da el pistoletazo de salida a la época de las sardinas.

Se trata de  un pequeño pescado azul que constituye el tentempié perfecto. No sólo es delicioso y muy sabroso, sino que también es rico en calcio y vitamina B12, elementos esenciales para mantener la salud en buen estado. Las sardinas también son ricas en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, así como a disminuir la presión arterial y los niveles de colesterol, al tiempo que aumentan la salud del corazón al prevenir la acumulación de placa en las paredes de las arterias.

Un pescado que merece estar en tu plato más a menudo

La sardina es baja en calorías pero alta en proteínas, por lo que es una opción perfecta para las dietas de adelgazamiento o para quienes siguen una dieta baja en carbohidratos. De hecho, los nutricionistas recomiendan comer pescado azul, al menos dos veces por semana.

Las sardinas también  son ricas en selenio, un antioxidante que ayuda a prevenir el daño celular causado por los radicales libres en nuestro organismo. El selenio también puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer al favorecer el sistema inmunitario y proteger las células del estrés oxidativo. Además, su consumo nos aporta: vitamina D, vitaminas del grupo B, calcio y zinc. También tienen un alto contenido en fósforo y magnesio.

La mejor manera de consumir las sardinas es cuando están frescas, recién capturadas. Pero  mucha gente disfruta también comiendo las sardinas en conserva. Las propiedades nutricionales de las sardinas dependen, como es obvio, del tipo de proceso de cocción utilizado y de la calidad del propio pescado. Admiten muchas elaboraciones diferentes: a la plancha, a la brasa, fritas, con tomate, marinadas, en escabeche, etc.

Las propiedades de las sardinas hacen de este pequeño pescado un extraordinario aliado para nuestra salud, así que no dudes en incluirlo en la dieta un par de veces a la semana.

Si deseas iniciarte, actualizar tu formación o especializarte en el mundo de la gastronomía, esta es la formación online en cocina que estabas buscando.

Si te ha parecido interesante este post y quieres ampliar conocimientos o promocionar en tu profesión te animamos a leer otros post de nuestro blog.
Recuerda que en ESAH ofrecemos una formación específica en Hostelería, Turismo, Enología, Gestión y Dirección, Organización de Eventos, Pastelería y Cocina, puedes consultar toda nuestra oferta formativa en nuestra web: www.estudiahosteleria.com