Banquetes famosos de la historia

¿A quién no le gusta un buen banquete? A día de hoy, en nuestro mundo occidental quien más y quien menos se lo da de vez en cuando, especialmente en algunas fechas destacadas. Pero en la antigüedad era algo reservado a las clases altas. Los anfitriones presumían de riquezas y de poder agasajando a sus invitados con los más excelsos y exóticos manjares. Incluyendo claro está las lujosas vajillas con adornos de oro y piedras preciosas.

Griegos y romanos celebraban los banquetes reclinados. En la Edad Media ya se comía sentando alrededor de la mesa y quien se sentaba a la cabecera era quien ostentaba el poder. Algunos banquetes fueron tan destacados por el número de platos, de invitados o de excentricidades que han logrado pasar a la historia.

El mayor banquete de la historia se atribuye a Asurnasirpal II

El fundador de la ciudad de Kalhu, en el s. IX a.C (hoy en día Nimrud) se hizo conocido por su brutalidad. A raíz de la reconstrucción de la ciudad que pasaría a ser la capital del reino asirio, decidió celebrar un banquete en el palacio que erigió para sí mismo.

El banquete tuvo una duración de diez días y se dice que los invitados fueron 69 574 personas que representaban territorios, a funcionarios y habitantes del país. La comida servida fue abundante, se habla de que se cocinaron más de mil bueyes, catorce mil cabritos, pero también antílopes, jerbos y pescados de múltiples clases.  Por supuesto todo acompañado de panes y regado con abundante cerveza y botas de vino. Una estela recuerda el evento y en ella Asurnasirpal II hizo escribir: “Les rendí merecidos honores y les envié de vuelta, sanos y felices, a sus regiones“.

La cena más cara de la historia: Cleopatra se toma unas perlas

Plinio el Viejo cuenta esta historia que bien puede ser más leyenda que verdad. Se dice que cuando Cleopatra y Marco Antonio de reunieron en Tarso a negociar, la reina de Egipto le apostó al romano a que era capaz de gastarse más de diez millones de sestercios en una cena (hoy en día hablaríamos de más de diez millones de euros). La cena era solo para ellos dos, así que Marco Antonio pensó que ganaría la apuesta. Pero a los postres Cleopatra tomó uno de sus pendientes que eran de unas perlas muy valiosas y la disolvió en vinagre antes de bebérsela dejando a Marco Antonio totalmente fascinado y seducido.

La boda del Rey Enrique IV de Francia y María de Médici

Se casaron en Florencia de donde era la familia de María. Durante el renacimiento, los artistas eran también los encargados de diseñar los banquetes tenían en cuenta tanto los platos como la escenografía para sorprender a los comensales. En ese caso el encargado del diseño de la celebración en la que se reunirían más de 300 invitados fue Bernardo Buontalenti.  Se cuenta que se sirvieron más de 50 platos diferentes y que una de las sorpresas eran pájaros escondidos bajo las servilletas que salían volando cuando los invitados las desplegaban.

En la Biblia también se nos narran algunos de los más famosos banquetes como el de las bodas de Caná y, por supuesto, la Santa Cena. Por otro lado, en El banquete de Platón un diálogo del s.IV a.C cinco amigos se reúnen en torno a una mesa discutiendo antes de que hable Sócrates.

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